25.5.13
RAMÓN
Hola, me llamo Ramón, y hay gente que me llama la atención. Ustedes me pueden llamar como
quieran. Hola Como quieran, responden al unísono, y un teléfono empieza a
sonar. Parece que me llaman, dice él. Ah, no, no es a mí. Sí, le llamamos a
usted, Como quieran, o La atención, si lo prefiere. No, no, es que pensaba que
me estaban llamando por teléfono, y prefiero La atención. Uno responde la llamada. ¿Quién
llama? Ramón saca su teléfono del bolsillo. Soy yo, Ramón. Llámame luego,
Ramón, que estoy en terapia. Puedes llamarme La atención. Después te
llamo, La atención. Ambos cuelgan. Puede sentarse, Ramón. Decídanse, llámenme
La atención o Ramón, pero no ambas cosas porque acabaré volviéndome loco.
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